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El CEO y Presidente de Corticeira Amorim ha sido condecorado con una de las más altas distinciones de Portugal, en reconocimiento a su contribución a la innovación y a la proyección internacional del país.

En una ceremonia celebrada en el Palacio de Belém, António Rios de Amorim, CEO y Presidente de Corticeira Amorim desde 2001, fue condecorado con la Gran Cruz de la Orden del Infante Don Enrique por el Presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa.

Esta distinción, una de las más elevadas otorgadas por el Estado portugués, tiene como objetivo reconocer los servicios prestados a Portugal, tanto en el país como en el extranjero, que contribuyen a engrandecer la cultura portuguesa, su patrimonio y a promover su proyección internacional.

El galardón se entrega en el momento en que António Rios de Amorim concluye su mandato como Presidente del Consejo de Administración de COTEC Portugal, una asociación empresarial dedicada a fomentar la innovación, la competitividad y la cooperación entre empresas e instituciones científicas.

António Rios de Amorim explicó que esta distinción tiene para él un profundo significado personal y colectivo: "Es un gran honor haber servido a Portugal. Estoy muy agradecido al Presidente de la República por este reconocimiento, que recibo en nombre de toda mi familia, y que también extiendo a todos los que han formado y forman parte de este camino. Quiero destacar el papel desempeñado por el Presidente de la República, que ha sido ejemplar, como presidente honorario de COTEC, al honrar y apoyar el papel que esta institución desempeña en la promoción de la innovación en Portugal."

La trayectoria de António Rios de Amorim incluye una destacada contribución al desarrollo y modernización de la economía portuguesa, impulsando el crecimiento de sectores estratégicos como el corcho y posicionando a Corticeira Amorim como líder mundial en la transformación de este recurso natural único.

En 2006, Américo Amorim también fue distinguido con la Gran Cruz de la Orden del Infante Don Enrique, tras haber recibido anteriormente las condecoraciones honoríficas de Comendador al Mérito Agrícola e Industrial a principios de los años 80, reafirmando así el legado de liderazgo y excelencia de Corticeira Amorim en el ámbito empresarial portugués e internacional.