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Ganadora del Premio Especial Amorim 2024 de los Green Awards, es una referencia indiscutible en el mundo de la viticultura ecológica, conocida por la excelencia de sus vinos y su inquebrantable compromiso con la sostenibilidad. Para la bodega chilena Emiliana, el futuro es orgánico, y en esta entrevista Cristian Rodríguez, director general, y Sebastián Tramón, director de sostenibilidad, explican por qué.

Son más de 1.000 hectáreas de viñedos tratados de forma orgánica y biodinámica, repartidos por los mejores valles vitivinícolas de Chile, puntos estratégicos donde el suelo, el clima, la topografía y la intervención humana se conjugan para producir algunos de los vinos orgánicos más soberbios del mundo. Creada a finales de los años 90 por una pareja de visionarios -Rafael y José Guilisasti-, Emiliana nació con el objetivo de crear vinos de la más alta calidad con gran respeto por la naturaleza y las personas, mediante la conversión de viñedos convencionales en viñedos 100% orgánicos y biodinámicos. Más de un cuarto de siglo después, con la sostenibilidad entendida como forma de vida, esa misión está plenamente cumplida, pero nunca definitivamente cerrada: es algo dinámico, como los viñedos donde todo empezó. Se declaran «ecológicos por convicción, por ideología y por amor» y trabajan e innovan cada día con el objetivo de reconectar a las personas con la naturaleza.

LÍDER ECOLÓGICO

Con una extensa cartera que incluye algunos de los vinos chilenos más reconocidos a nivel mundial, Emiliana es el mayor exportador de vinos orgánicos de Chile (y está en el Top 10 de los mayores productores del país), con presencia en 60 países, y liderazgo en  mercados clave del segmento de vinos orgánicos, como Dinamarca, Holanda, el Reino Unido, Brasil, Japón y Estados Unidos, entre otros. La empresa fue el primer productor chileno de vino en obtener la etiqueta Regenerative Organic Certified, que representa los más altos estándares mundiales en agricultura orgánica, con requisitos muy estrictos en materia de salud del suelo, bienestar animal y justicia social. Más recientemente, también obtuvo la reconocida certificación B Corp,

"Creo que la calidad tiene que estar no solo en el vino, sino en todos los insumos, sobre todo en el corcho, que es uno de los insumos que preserva, que es muy importante a la hora de elegir un tapón para preservar la calidad." Cristian Rodríguez

consolidando su posición como líder mundial en sostenibilidad, y sumándose a empresas que destacan por sus prácticas ejemplares en términos ambientales, sociales y económicos.

“Lo orgánico para nosotros es el puntapié inicial, o lo más importante, sabiendo que la sustentabilidad es mucho más amplia que esto, pero nosotros creemos que el orgánico es primordial al trabajar o estar en una indústria que pertenece a la agricultura, que trabaja intensamente la tierra. Y por lo tanto todos nuestros requisitos para entrar a una certificación, es primero que todo lo orgânico, y después vamos más allá de lo orgánico, para hacer un poco más, y por lo tanto, cumplir con otros parámetros también de sustentabilidad.” resume Cristian Rodríguez, director general de Emiliana. Al compartir las mismas bases de sostenibilidad, la elección del corcho resulta natural para Emiliana: “Siempre decimos que no existimos si no es por la calidad de los vinos. Creo que la calidad
tiene que estar no solo en el vino, sino en todos los insumos, sobre todo en el corcho, que es uno de los insumos que preserva, que es muy importante a la hora de elegir un tapón para preservar la calidad. Y en segundo lugar, nosotros siempre decimos en Emiliana que somos orgánicos. Es la segunda razón de existir. Creo que pasa también por la elección del corcho: primero es la calidad y en segundo la sustentabilidad,” explica Rodríguez.

EL PRINCIPIO DE TODO

La base era ser orgánico y luego pasar a lo regenerativo. Empezaron este camino hace 25 años, centrándose en el principio de todo: el suelo. Por ello, Emiliana solo participa en certificaciones que tienen en cuenta lo ecológico de forma muy estricta y solo trabaja con certificaciones que hayan sido evaluadas de forma independiente por terceros, para aportar credibilidad al consumidor. Otra cuestión es la integralidad. Como explica Sebastián Tramón, Director de Sostenibilidad de Emiliana “No puedo  estar hablando de que tengo solamente paneles solares y por eso soy sustentable. Entonces, tienes que preocuparte de que las condiciones ambientales de producción sean sustentables, de que las condiciones de los colaboradores sean sustentables, de que las condiciones de las comunidades sean sustentables, de que el packaging sea sustentable. Por lo tanto, ahí también es muy relevante que tipo de corchos están utilizando etc. Es un desafío, pero finalmente la mirada tiene que ser transversal y (tener en cuenta) todos los elementos de la cadena de producción y de la cadena de suministro también.”

"(...) Agradecemos a Amorim por ayudarnos a visibilizar todo este tema." Sebastián Tramón

En la gestión de la sostenibilidad de la empresa, creada en 2014, trabajan once personas que se encargan de diseñar una estrategia innovadora. Cristian explica la visión transversal: “nosotros cuando decimos ‘el futuro orgánico’ creemos en un cambio cultural muy potente, que en el fondo tiene que ver con todo, tiene que ver com como uno se cuida, con la alimentación, con varias cosas, claramente es el punto de partida, tiene que ver con el uso de pesticidas, que creemos que son extremadamente dañinos para la agricultura”. Este cambio cultural empieza en el seno de la propia empresa, a través del intercambio de experiencias, prácticas y conocimientos, y se extiende a cada vino que lanzan al mercado, cosechando premio tras premio.

EL MOMENTO DE LOS VINOS ORGÁNICOS

Cuando se creó Emiliana, explica Cristian Rodríguez, “no existía absolutamente nada” y los vinos orgánicos rara vez eran mencionados. Tras años de crecimiento sostenido, los vinos orgánicos están experimentando una fase de consolidación, y ya cubren el 20% de los viñedos en Europa, dice, lo que equivale a toda la superficie de viñedos en Chile. Pese al impacto del cambio climático, que plantea grandes retos a los productores orgánicos, que ya tienen que soportar costes más elevados, la tendencia, cree Rodríguez, es positiva:
“hay previsiones de que el mercado de los vinos orgánicos se triplique para 2030. Las perspectivas son mucho mejores para los vinos orgánicos que para los no orgánicos”, opina.
La apuesta por los vinos orgánicos no implica necesariamente una visión de nicho. Como explica Tramón, “la escala a la que trabajamos nos permite demostrar que un proyecto se puede hacer a gran escala, y por lo tanto tener productos orgánicos en todo el portafolio, en distintos rangos de precio y hacer que el orgánico sea cotidiano y no que sea solamente un nicho. Tratar de demostrar que se puede hacer y puede ser para consumo masivo también, es algo que nos permite, y que nos ha permitido, estar en más de 60 países, tener tremendo éxito con las distintas líneas de vino.”

UN MOSAICO DE TERROIRS EXCEPCIONALES

Desde el Valle del Limarí, un oasis en el norte de Chile, hasta el Valle de Casablanca, donde crecen las cepas blancas que gozan de la influencia de las brisas del Pacífico, hasta el Valle del Cachapoal, un paraíso para los vinos tintos, o el Valle del Bío-Bío, en el sur del país, cada terroir confiere a los vinos un carácter único e inimitable.

"El secreto del éxito no es sólo el secreto del éxito en el vino, sino el secreto del éxito en la vida: es la perseverancia, años de perseverancia, yo creo que es eso." Cristian Rodríguez

La agricultura orgánica, explica Cristian Rodríguez, produce “mayor balance en los campos que permita tener mayor calidad en nuestros viñedos. Obviamente, aparte de la uva sana, el terroir es clave”, y Sebastián Tramón refuerza esta perspectiva introduciendo nuevos datos: “Un elemento que nos hace también distintos, tiene que ver con el terroir microbiológico, porque antes se entendía que el terroir era solamente la componente geográfica, digamos, con la climática, pero ahora se tiene super claro que los microorganismos, hongos y bacterias que están presentes tanto en el sistema suelo como en en la vid en sí, tienen influencia en cómo se desarrolla esto, también en cuanto al crecimiento. Y a nivel de vinificación también: parte importante de nuestros vinos son con fermentación espontánea, solamente con las levaduras que se encuentran en viñedos, que están cerca de zonas naturales, de bosques. Entonces hay una influencia y una presencia de la naturaleza que está ahí, que se expresa también en la diversidad que tienen nuestros vinos.”

Al combinar todos estos elementos únicos se producen grandes vinos, basados en grandes prácticas. Sebastián Tramón, galardonado como Personalidad del Año en los Green Awards, señala la importancia de la exposición que conlleva el reconocimiento: “Creemos que el Premio Especial Amorim, que también reconocía esa consistencia en el trabajo durante largo tiempo y atacando los temas que nosotros creemos que son los temas relevantes - como temas asociados a los insumos, los agroquímicos que se utilizan, o como estamos evitando contaminar los ecosistemas, como estamos evitando que los colaboradores de Emiliana se expongan a compuestos de alta toxicidad - que eso también pueda llegar a los consumidores, todo eso, de cierta manera es reconocido, y fue sumamente importante. Agradecemos a Amorim por ayudarnos a visibilizar todo este tema.” 

El reconocimiento, en definitiva, de una actitud coherente y un enorme trabajo de equipo, como subraya Cristian Rodríguez: “El secreto del éxito no es solo el secreto del éxito en el vino, sino el secreto del éxito en la vida: es la perseverancia, años de perseverancia, yo creo que es eso. Tenemos muchos factores que, sumados, hacen que tengamos un proyecto bonito, que se traduce en vinos espectaculares, muy buenos. Pero tiene que ver con que pertenecemos a una empresa de una familia que lleva más de 30 años en el vino -y sólo en el vino-, con más de 25 años de experiencia orgánica, que estamos ubicados en los mejores valles de Chile, y que tenemos un gran equipo, un tremendo equipo, en vitivinicultura, enología y sustentabilidad.” Dicho así suena fácil, pero es simplemente brillante.